Tomemos como
ejemplo una manufactura de poca importancia, pero a cuya división del trabajo
se ha hecho muchas veces referencia: la de fabricar alfileres. Un obrero que no
haya sido adiestrado en esa clase de tarea […] y que no esté acostumbrado a
manejar la maquinaria que en ella se utiliza […], por más que trabaje, apenas
podría hacer un alfiler al día, y desde luego no podría confeccionar más de
veinte. Pero, dada la manera como se practica hoy día la fabricación de
alfileres, no solo la fabricación misma constituye un oficio aparte, sino que
está dividida en varios ramos, la mayor parte de los cuales también constituyen
otros tantos oficios distintos. Un obrero estira el alambre, otro lo endereza,
un tercero lo va cortando en trozos iguales, un cuarto hace la punta, un quinto
obrero está ocupado en limar el extremo donde se va a colocar la cabeza: a su
vez la confección de la cabeza requiere dos o tres operaciones distintas [...].
He visto una pequeña fábrica de esta especie que no empleaba más que diez
obreros, donde, por consiguiente, algunos de ellos tenían a su cargo dos o tres
operaciones. […] podían, cuando se esforzaban, hacer entre todos, diariamente,
[...] más de 48.000 alfileres, cuya cantidad, dividida entre diez,
correspondería a 4.800 por persona [...].
ADAM SMITH, La
riqueza de las naciones , 1776
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domingo, 20 de noviembre de 2011
TEXTO. La división del trabajo
Etiquetas:
1ª GUERRA MUNDIAL,
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