Los ciclos económicos son ciertas regularidades de los movimientos de conjunto de la vida económica que se han estudiado de forma cuantitativa. Antes del siglo XVIII su estudio era muy irregular ya que estaban determinados por fenómenos naturales y afectaban únicamente a varios países o un continente pero nunca a el mundo entero.
A partir de la
Primera Guerra Mundial se comprueba la existencia de movimientos que afectan al
conjunto del mundo capitalista. Durante el siglo XIX estos movimientos son tan
regulares que se periodizan aunque se caracterizan de forma paralela por estar
acompañados a una tendencia general de continuidad moderada de crecimiento de
la producción. Para el estudio de estos movimientos disponemos de un lenguaje
pobre, consecuencia de la tendencia a conceptualizar, generalizar y construir
modelos, se habla de crisis en los distintos momentos y lugares sin tener en
cuenta las diferencias causales de cada una de estas crisis.
Estos movimientos económicos se pueden dividir
en función de su duración en la siguiente tipología:
1. Movimientos de corta duración o ciclos Kitchin.
Los economistas americanos redujeron estos ciclos a 3 o 4 años, siendo
imperceptibles para los hombres y mujeres que viven en ese momento.
2. Movimientos intradecenales o crisis clásicas. En
1862 Clement Juglar escribió su obra, Las
crisis comerciales y su reaparición periódica en Francia, Inglaterra y Estados
Unidos donde planteaba la existencia de ciclos clásicos o medios con una
duración de 6 a 10 años caracterizados por tres etapas: prosperidad (P),
depresión (D) y crisis de superproducción (Cp). La cronología de Jutglar partía
de 1825 y las épocas de crisis serían las siguientes: 1836-39, 1847-48,
1857-1866,1873-1882, 1882-1893, 1893-1900, 1900-1907, 1913-1920 y 1920-1929.
3. Los Movimientos de Larga Duración o
Kondratieff. Apoyado en los movimientos de precios este autor divide la
evolución económica en cuatro periodos de 50 a 60 años cada uno,
subdividiéndolos en dos fases. La fase A corresponde a la estudiada por Simiand
que refleja el periodo de prosperidad y expansión, por su parte la fase B
refleja el periodo de recesión. El inicio y fin cada una de las fases se
denomina inversión de coyuntura.
Las causas para explicar estos
movimientos pueden ser de diversa índole. En primer lugar, los factores de
carácter monetario se relacionan con los descubrimientos de yacimientos de oro
en California y Australia hacia 1850 lo que motivo la creación de un stocks de
oro más rápido que la producción industrial y agrícola. Al aumentar la moneda
los precios tendieron a subir y a su vez el nivel de compra y la producción
dando lugar a una etapa de expansión (1851-1873).
Con todo, hay que tener en cuenta que el factor monetario al igual que puede ser condicionante de la expansión puede ser igualmente resultado de la misma. En segundo término, el factor técnico ha sido aducido por Schumpeter para explicar estos ciclos. El descubrimiento técnico aplicado tiende aumentar la producción y ha sustituir los materiales obsoletos provocando una nueva inversión y la movilización de los capitales. Para demostrarlo relaciona el periodo de 1790-1817 con el ferrocarril y la aplicación de la máquina de vapor al textil y la siderurgia y el de 1848-1873 con la extensión de las redes ferroviarias por Europa y el Clippers.
Por último, estos ciclos se han relacionado con factores políticos, generalmente con los periodos de mayor o menor belicosidad, así los periodos de paz de 1815-1847 y de 1871-1894 se situan en fases B mientras que los periodos de expansión coinciden con guerras: la fase A de 1790-1817 coincide con las guerras de Revolución y del Imperio, durante la fase de 1848-1871 las guerras nacionales en Italia, Austria y Hungria (1848-49), la guerra de Crimea (1854-56), la guerra de Secesión (1861-65) y la guerra franco.prusiana (1870-71), finalmente durante la etapa de 1870-1920 se producen la guerra Hispano-americana de 1898, la guerra de los Boers en 1902 y la Primera Guerra Mundial de 1914 a 1918. Es evidente que la guerra incentiva el crecimiento del consumo en industrias de base( armamento) y de consumo (avituallamiento). Pese a todo hay múltiples factores y la inversión de tendencia puede deberse a muchos elementos.
Con todo, hay que tener en cuenta que el factor monetario al igual que puede ser condicionante de la expansión puede ser igualmente resultado de la misma. En segundo término, el factor técnico ha sido aducido por Schumpeter para explicar estos ciclos. El descubrimiento técnico aplicado tiende aumentar la producción y ha sustituir los materiales obsoletos provocando una nueva inversión y la movilización de los capitales. Para demostrarlo relaciona el periodo de 1790-1817 con el ferrocarril y la aplicación de la máquina de vapor al textil y la siderurgia y el de 1848-1873 con la extensión de las redes ferroviarias por Europa y el Clippers.
Por último, estos ciclos se han relacionado con factores políticos, generalmente con los periodos de mayor o menor belicosidad, así los periodos de paz de 1815-1847 y de 1871-1894 se situan en fases B mientras que los periodos de expansión coinciden con guerras: la fase A de 1790-1817 coincide con las guerras de Revolución y del Imperio, durante la fase de 1848-1871 las guerras nacionales en Italia, Austria y Hungria (1848-49), la guerra de Crimea (1854-56), la guerra de Secesión (1861-65) y la guerra franco.prusiana (1870-71), finalmente durante la etapa de 1870-1920 se producen la guerra Hispano-americana de 1898, la guerra de los Boers en 1902 y la Primera Guerra Mundial de 1914 a 1918. Es evidente que la guerra incentiva el crecimiento del consumo en industrias de base( armamento) y de consumo (avituallamiento). Pese a todo hay múltiples factores y la inversión de tendencia puede deberse a muchos elementos.
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