El pensamiento
socialista adquiere su máxima altura en Karl Marx, seguido, criticad0 o
interpretado divergentemente en todos los movimientos sociales posteriores.
Hasta 1844 Marx, que pasa la mayor parte de su vida exiliado de Alemania, en
París, Bruselas y Londres, se mueve entre círculos liberales; desengañado por
entonces de que el Estado liberal resuelva las contradicciones del capitalismo
formula en 1845 sus Tesis sobre Fuerbach, en cuya undécima tesis señala su
concepción de la praxis, “los filósofos
no han hecho más que interpretar el mundo, pero de lo que se trata es de
transformarlo”. En Miseria de la filosofía (1847) rechaza el socialismo no
científico; en el Manifiesto Comunista de 1848 formula, junto con Engels, sus
ideas claves, que desarrollará en su obra fundamental: El Capital.
El pensamiento de
Marx se encuentra se encuentra ligado a tres de las corrientes intelectuales de
las que se nutrió el autor:
a) El idealismo alemán,
representado por Hegel, del Marx adopta su método lógico, la dialéctica (el
estudio del encadenamiento de las contradicciones que engendra la Historia), para
elaborar lo que el llamo materialismo históricos, cuyo principio de contradicción
constituye la fundamentación de la teoría de la lucha de clases como motor de
la historia.
b) La obras de los teóricos
del liberalismo económico (A. Smith y David Ricardo), a los que Marx, en sus
obra Crítica a la Economía Política y El Capital somete a crítica, exponiendo
su tesis de que el sistema capitalista, basado en la plusvalía y la ley de
acumulación de capital agudiza la bipolarización y el antagonismo social entre
burguesía y el proletariado.
c) El socialismo precedente,
especialmente autores de transición entre el socialismo utópico y el marxista
(Louis Blanc, Blanqui, Simone de Sismondi) quienes, a diferencia, de los utópicos
afirman que la emancipación de los obreros sólo podía provenir de sus propios
esfuerzos y que el pensamiento socialista debía proporcionales no sólo un teoría
revolucionaria sino también unos objetivos para la alcanzar el poder.
Para entender el
pensamiento de Karl Marx debemos partir de dos cuestiones básicas que lo recorren:
a) La importancia de
la praxis. La filosofía no es para Marx un sistema teórico, una abstracción estéril,
ha de buscarse la relación entre la teoría y la práctica, entre el pensamiento
y la acción. La praxis es la teoría de la acción. La realidad es fuente y
criterio de verdad del conocimiento.
Toda teoría lo es de una experiencia práctica y toda práctica
corresponde a una teoría.
“La cuestión de
saber si el pensamiento humano puede alcanzar una verdad objetiva no es una
cuestión teórica sino práctica. Es en la práctica en donde el hombre debe
mostrar la verdad, es decir la realidad, la potencia, la precisión de su
pensamiento”
b) La dialéctica. La idea
fundamental de la Lógica es el principio de identidad de cada cosa consigo
misma (esencia). Para Marx lo importante no es la identidad sino la contradicción,
en la sociedad se producen cambios, no existe una sociedad ideal e inmutable, esos
cambios son fruto de las contradicciones que habitan en cada sociedad, para
explicar el cambio social necesitamos la dialéctica, pero no únicamente una
dialéctica entre ideas (disputa de ideas, absolutismo versus liberalismo) sino
de fuerzas, intereses y conflicto de poderes (opresores-oprimidos).
Con todo, más que
las ideas filosóficas y económicas de Marx nos interesan aquí las que han
ejercido una influencia real en los acontecimientos políticos o han informado
las actitudes del proletariado en los conflictos sociales, y a ellas nos vamos
a ceñir.
1. Interpretación materialista de la historia. Aplicando el
método dialéctico Marx encontró las raíces de los fenómenos sociales en las relaciones de producción entre los hombres.
Los hechos históricos son relaciones, no nube de anécdotas, y el primer hecho
en la vida del hombre es la satisfacción de sus necesidades materiales. Sobre
este presupuesto Marx formula tres tesis fundamentales:
a) Las ideas de
una época sólo pueden comprenderse cuando se han comprendido las condiciones
materiales de la época.
b) Correspondencia
entre las fuerzas productivas (tierra, trabajo, capital, tecnología) y las
relaciones de producción (relaciones de trabajo). Al cambiar las fuerzas
(industrialización) cambian las relaciones de producción y todas las relaciones
sociales. “El molino de mano crea la sociedad de los señores feudales, el
molino de vapor la sociedad de los capitalistas industriales.
c) Relación
dialéctica entre la base económica (infraestructura) y la ideología
jurídica-política (superestructura). La economía es el fundamento de la
historia, la sociedad se monta sobre relaciones de producción. Un cambio en la economía
o sistema económica (del feudalismo al capitalismo) provoca la aparición de
otra superestructura política (absolutismo-sistema parlamentario) y en la
mentalidad (De la fe a la razón ilustrada), el Estado (Absoluto-Parlamentario),
de la religión (clericalismo-laicismo), la ciencia (teología-racionalismo y
empirismo) y de los valores (privilegio estamental al orgullo burgués).
2. Lucha de clases. La clase es un concepto y un hecho social. En la historia los hombres
y las mujeres no actúan aislados sino en grupos sociales que condicionan a los
individuos. Al estar organizada la sociedad en relaciones de producción, la
función del individuo viene definida por la división del trabajo, los que se
encuentran en las mismas condiciones forman una clase. Las clases son, por
tanto, grupos sociales que ocupan un lugar determinado en el proceso material
de producción; los une una idéntica relación con los medios de producción; unos
son propietarios, otros no. La hostilidad de las clases es un fenómeno
histórico. La historia, dice Marx en el Manifiesto Comunista, es una lucha
entre opresores y oprimidos; esta lucha es una palanca revolucionaria que
derribaría al capitalismo.
Engels habla de tres formas de lucha de clases:
- Económica
(reformas parciales en salarios, viviendas.., para mejorar las condiciones de
vida).
- Política (lucha
por el poder, en el parlamento o en la calle).
- Ideológica
(conciencia que de su clase toma el proletariado).
3. Teoría del Estado: De la Dictadura del proletariado a la sociedad sin
clases. Para
entender este concepto debemos partir de una idea, para Marx el Estado no es
neutro, su poder y sus leyes más que dirigidas al interés general se dirigen al
interés de la clase que lo controla, en el siglo XIX, la burguesía. Esta tesis constituye una de las tesis
más discutidas y revisadas del marxismo. Marx habla de la dictadura
transitoria. La conquista del Estado, la más importante institución de la
superestructura de una sociedad, por el proletariado permitirá la utilización
de esta máquina represiva en orden a desmontar el capitalismo. Una vez
conseguido, el Estado reducirá paulatinamente su papel. Para Marx la dictadura
del proletariado es la palanca para llevar a cabo las transformaciones tras la
conquista del poder; pero se trataría de una fase transitoria, “periodo de
transición hacia la total supresión de las clases” escribe en 1852.
Finalizada esta fase transitoria, el comunismo implica la desaparición de las clases,
cuando se ha cumplido el lema: “De cada cual según su capacidad, a cada uno
según sus necesidades”. En la situación de autogobierno de los productores
desaparecerían las tensiones sociales, se reconcilia la ciudad y el campo, el
hombre consigo mismo en un trabajo ennoblecedor, los trabajos intelectuales y
manuales. La supresión de las clases significa que, una vez colectivizados, la
relación con los medios de producción sería la misma para todos los individuos.
4. Plusvalía. La noción de plusvalía constituye uno de los aspectos centrales de El
Capital, su mayor aportación para el conocimiento de la esencia del
capitalismo. Como a todos los economistas de su siglo a Marx le preocupa la
noción de valor. Toda mercancía exige un gasto de energía por parte de los
trabajadores; Marx rechaza identificar el valor con la demanda, que depende de
la solicitud de los privilegiados; el valor de una mercancía depende del
trabajo realizado para su producción, Pero existe una mercancía muy peculiar;
la fuerza de trabajo del obrero, a la que también se aplica la ley del valor.
En Salario, precio y ganancia de 1865 explica que la fuerza de trabajo se mide
por su coste de producción, por la labor que ha sido necesaria para producir
los alimentos, los vestidos, habitación del obrero. El capitalista compra esta
fuerza de trabajo, pero la capacidad de trabajo es extensible y el empresario
la emplea más horas de las que necesita para compensar el coste. La diferencia entre el precio a que compra
la fuerza de trabajo y el precio a que la vende es la plusvalía. Toda plusvalía
es la materialización de un trabajo no pagado. Si el obrero recibiese por
su trabajo exactamente el valor de las mercancías por él producidas no se
comprendería el desarrollo del capitalismo. En resumen, la plusvalía es una
fuente de beneficio que por acumulación origina los capitales.
A esta plusvalía absoluta, que se
basa en el aumento de la jornada laboral, sucede, al modernizarse los
instrumentos y máquinas, la plusvalía relativa, mediante la reducción del número
de horas necesario para compensar el coste de la fuerza de trabajo.
5. Acumulación y
crisis del Capital. Para Marx, el objetivo esencial del capitalismo no es
incrementar la producción, sino incrementar y concentrar el beneficio. Un
beneficio concentrado en poder de una minoría que intenta reproducirlo
condenando a la mayor parte de la población a una situación de miseria, esa
situación es su terminal al provocar dos fenómenos: la toma de conciencia de
los explotados (el beneficio de unos es la ruina de los otros) y la crisis de
sistema económico, ¿Qué sentido tiene producir cada vez más y mejor
(incrementos de productividad gracias a la tecnología y bajos salarios) sí el
consumo y la reinversión están cerrados al 98% de la población?
6. El concepto de
alienación. Como hemos visto Marx pone el acento en la toma de conciencia. Tomar
conciencia de aquello que nos aliena es comprender los motivos y las causas
económicas, sociales, políticas o ideológicas de aquellos que nos oprime, nos
resta libertad, igualdad de oportunidad. No hay ideas sin motivos, no hay
intenciones sin ideas, no hay idea sin interés. Cuando Marx dice “la religión
es el opio del pueblo” no hace tanto una crítica de la religión, sino una crítica
del servicio de la religión a una clase determinada, la religión implica una ética
de la resignación, útil al clero privilegiado medieval de igual modo que a la
burguesía del XIX.
Para terminar, se
ha tendido a ver en Marx en una pensador demasiado teórico y rígido, pareciera
como si le importara más la clase social y la economía que la capacidad de los
individuos para cambiar las cosas, sin embargo, toda cambio social y económico
pasaba por,
“Que el libre desarrollo de cada
individuo sea el requisito para el libre desarrollo de toda la sociedad”
De igual modo,
“La libertad es la esencia del
hombre, a tal punto que hasta sus adversarios la realizan, aunque combatan su
realidad: quieren apropiarse, como del adorno más preciado, lo que rechazaron
como adorno de la naturaleza humana”.
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