Si dividiéramos la
raza humana en tres categorías –fundadores, conservadores y destructores de la
cultura–, solo la estirpe aria podría ser considerada como representante de la
primera categoría [...]. La mezcla de la sangre y el menoscabo del nivel racial
que le es inherente constituyen la única y exclusiva razón del hundimiento de
las antiguas civilizaciones. No es la pérdida de una guerra lo que arruina a la
Humanidad, sino la pérdida de la capacidad de resistencia, que pertenece a la
raza solamente [...]. El antípoda del ario es el judío. Es difícil que exista
en el mundo nación alguna en la que el instinto de la propia conservación se
halle tan desarrollado como en el «pueblo escogido». La mejor prueba de ello la
constituye el hecho de que esta raza continúa existiendo. Si pasamos revista a
todas las causas del desastre alemán (en la pasada guerra), advertiremos que la
causa final y decisiva habrá de verse en el hecho de no haber comprendido el
problema racial y, en especial, la amenaza judía.
ADOLF HITLER, Mi
lucha, 2.ª parte,
1925-1927
1 comentario:
Hubo inteligencia pero no fué aprovechada...Racista,facista.
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