Según la concepción lineal existe un continuismo cuando las "élites" de los tres estamentos adoptan la ideología reformista del absolutismo ilustrado y se hacen liberales-burgueses en el sentido de que piden libertades políticas, administrativas y económicas (frente a privilegios señoriales). Según esta concepción, el fracaso de los gobiernos anteriores a 1789 y la bancarrota de 1788 no tienen otra salida que la aplicación de estas ideas liberales que tienen una continuidad a lo largo de las tres fases señaladas en la gráfica, mientras que los "patinazos" hacia la izquierda (Convención) o hacia la derecha (Imperio y Restauración) son meros accidentes de esta vía.
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