En primer lugar,
pues, por lo que se refiere a los patronos: con muy pocas excepciones, son un
grupo de hombres que han surgido del negocio del algodón sin educación ni
preparación, excepto la que hayan podido adquirir gracias a su relación con el
pequeño mundo de comerciantes en la lonja de Manchester; pero, para
contrarrestar este defecto, dan unas apariencias, gracias a un ostentoso
desfile de mansiones elegantes, ajuares, libreas, parques, caballos, perros de
caza, etc., que se cuidan de exhibir ante el comerciante extranjero de la forma
más fastuosa. […] En general, los obreros son un grupo inofensivo de hombres
instruidos y sin pretensiones, aunque es casi un misterio para mí cómo
adquieren esa instrucción. Son dóciles y tratables, si no se les irrita
demasiado; pero esto no es sorprendente, si tenemos en cuenta que están
acostumbrados a trabajar, a partir de los seis años, desde las cinco de la
mañana hasta las ocho o nueve de la noche. Dejad que uno de los defensores de
la obediencia al amo se aposte en la avenida que conduce a una fábrica, un poco
antes de las cinco de la mañana, y que observe el aspecto miserable de los
pequeñuelos y de sus padres, arrancados de sus camas a una hora tan temprana y
en todo tipo de tiempo; dejadle que examine la miserable ración de comida,
compuesta básicamente de gachas y torta de avena troceada, un poco de sal, y a
veces coloreada con un poco de leche, junto con unas pocas patatas y un trocito
de tocino o manteca para comer. ¿Comería esto un trabajador manual de Londres?
Relato de un operario de la industria del algodón en 1818
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domingo, 20 de noviembre de 2011
TEXTO. Los cambios sociales en la industrialización
Etiquetas:
1ª GUERRA MUNDIAL,
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IMPERIALISMO,
Industrialización,
Revolución Industrial,
Revolución industrial e industrialización,
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL E INDUSTRIALIZACIÓN.
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